“Tenemos un buen producto, un equipo entregado y hasta algo de presupuesto… pero no tenemos ni idea de por dónde empezar con el marketing.”
Si eres founder, esta frase te resultará dolorosamente familiar.
La estrategia de marketing es ese elefante en la habitación que todos ven, pero pocos saben cómo mover.
Y no es porque no quieras hacerlo. Es porque no te da la vida.
Porque necesitas foco en producto, en clientes, en equipo… y, sinceramente, ¿quién tiene tiempo para pararse a diseñar un plan con funnels, mensajes clave y canales bien atados?
Ahí es donde entra el arte de externalizar la estrategia de marketing.
¿Externalizar? ¿Eso no es como delegar y olvidarse?
Spoiler: no.
Externalizar la estrategia no es soltar el marrón y esperar milagros. Es sumar cabeza senior al equipo, sin tener que fichar un CMO full-time ni perder seis meses en onboarding.
Es como tener un copiloto que no solo te dice por dónde girar, sino que además sabe leer el mapa, revisar el motor y poner gasolina sin pasarse del presupuesto.
¿Cuándo tiene sentido externalizar?
Una pista: cuando el marketing empieza a doler.
- Tienes acciones sueltas (SEO, paid, contenido…) pero no sabes cómo encajan.
- Quieres crecer, pero no sabes por dónde empezar.
- Tu equipo ejecuta mucho, pero sin una dirección clara.
- Estás a punto de lanzar algo grande y necesitas foco.
- Has probado mil cosas y el CAC sigue por las nubes.
¿Te suena? Pues eso.
¿Qué ventajas tiene externalizar la estrategia de marketing?
Además de no volverte loco, hay beneficios muy concretos:
✅ Ahorro de costes: un Fractional CMO te sale por mucho menos que un perfil full-time, y sin compromisos a largo plazo.
✅ Visión externa: alguien que ve tu negocio con otros ojos (pero con experiencia).
✅ Enfoque accionable: se acabaron los PDFs eternos con palabras bonitas. Hablamos de estrategias con pies, cabeza y plan de acción.
✅ Velocidad: mientras tú te centras en el producto, alguien ya está alineando tus canales, mensajes y objetivos.
¿Cómo se hace sin que acabe en desastre?
Buena pregunta. Aquí van unos pasos que aplicamos desde Lebowski:
- Diagnóstico rápido: qué estás haciendo, qué te funciona y qué no.
- Aterrizaje en tu contexto: modelo de negocio, ticket medio, ciclo de venta, etc.
- Diseño de estrategia: definición de objetivos, públicos, mensajes clave y canales.
- Plan operativo: qué se hace, cuándo y quién lo hace.
- Acompañamiento continuo: revisión, optimización y foco. Nada de dejarte solo.
¿Qué tipo de startups lo hacen?
- Las que están en fase de crecimiento y necesitan acelerar.
- Las que han conseguido producto-mercado y quieren escalar con cabeza.
- Las que tienen equipo ejecutor, pero no una figura estratégica.
- Las que no pueden (o no quieren) contratar un CMO ahora mismo.
Spoiler: también las que ya han probado con agencias y han acabado frustradas.
¿Y si no externalizas?
Nada grave. Solo que probablemente seguirás:
❌ Poniendo parches en vez de tomar decisiones.
❌ Cambiando de canal cada dos semanas.
❌ Pidiendo a juniors que decidan el futuro de tu marca.
❌ Preguntándote por qué el marketing no despega.
Externalizar tu estrategia de marketing no es rendirse. Es ponerte serio.
Es aceptar que no puedes con todo, y que un buen copiloto puede marcar la diferencia entre avanzar o dar vueltas en círculos.
Si crees que ha llegado ese momento en tu startup, aquí estamos. Con foco, método y ganas de remangarnos.
¿Quieres saber cómo trabajamos? Agenda una discovery call y lo vemos juntos.